EL SECRETO ADMIRABLE DEL SANTÍSIMO ROSARIO

SAN LUIS MARÍA DE MONTFORT ESCRIBIÓ EL LIBRO "EL SECRETO ADMIRABLE DEL SANTÍSIMO ROSARIO PARA CONVERTIRSE Y SALVARSE. ES UN LIBRO HERMOSO DEL QUE PODEMOS APRENDER LAS MARAVILLAS DEL ROSARIO. COPIO ALGUNOS TEMAS....

REZAR EL ROSARIO EN COMUNIDAD

(De Libro de San Luis María Grignion de Montfort)

Entre tantos métodos como existen de rezar el Rosario, el más glorioso para Dios, saludable para el alma y temible para el demonio es el de salmodiarlo o rezarlo públicamente a dos coros.

Dios se complace en las asambleas. Todos los ángeles y santos congregados en el cielo le alaban ininterrumpidamente. Los justos de la tierra reunidos en varias comunidades le imploran en comunidad día y noche

El Señor aconsejó expresamente esta práctica a sus apóstoles y discípulos y les prometió que, cuantas veces se reúnan dos o tres en su nombre, El se encontraría en medio de ellos, para rogar en su nombre y rezar la misma oración. ¡Que alegría tener a Jesús en nuestra compañía! y pensar que para poseerlo basta solamente reunirse a rezar el Rosario

Es la razón por la cual las primeros cristianos se reunían tantas veces para orar a pesar de las persecuciones de los Emperadores que les prohibían reunirse, preferían exponerse a la muerte antes de faltar a sus asambleas, en las que tenían la certeza de que Jesús les hacía compañía. La oración en común es saludable al alma:

1- Porque ordinariamente la mente más atenta durante la oración pública que durante la privada.

2 - porque cuando se reza en comunidad la oración. de cada persona se convierte en la de toda asamblea y todas juntas sólo forman una oración. De suerte que si algún particular no reza tan bien, otro que lo hace mejor suple su falta. El fuerte sostiene al débil, el fervoroso enardece al tibio, el rico enriquece al pobre y el malvado se integra a los buenos. ¿Cómo vender un kilo de cizaña? Basta mezclarla con cuatro o cinco kilos de trigo bueno.

Porque una persona que reza sola el Rosario tiene el mérito de un solo Rosario, pero si lo reza con treinta personas, adquiere el mérito de treinta rosarios tales son las leyes de la oración pública. ¡Que ganancia! ¡Que ventaja! Porque la oración publica, es más eficaz que la individual para apaciguar la ira de Dios y obtener misericordia.

Por último, el Rosario rezado en comunidad es mucho más terrible contra el demonio, pues así se forma un ejercito entero para atacarlo. En ocasiones triunfa fácilmente sobre la oración particular. Pero, si esta se une a la de los demás solo con dificultad lograra sus propósitos. Es fácil romper una varita. Pero si la unes a otras y formas un haz, no podrá romperlo.

La unión hace la fuerza. Los soldados se unen en batallón para derrotar al enemigo. Las malvados se unen con frecuencia para sus orgías y danzas. Los mismos demonios se unen para perdernos. ¿Por qué no han de unirse los cristianos para gozar de la compañía de Jesucristo, aplacar la ira divina, alcanzar la gracia y misericordia del Señor y vencer y abatir más eficazmente a los demonios?

Pero, Como en todas partes hay réprobos no te extrañes de encontrar en los lugares donde vives gentes perversas que desdeñaran venir al Rosario. Ridiculizaran y aun harán cuanto puedan con sus malignas insinuaciones y ejemplos para impedir que continúes en tan santo ejercicio ¡Pero, no cedas! ¡No te extrañes de su proceder! ¡Un día, estos infelices se hallarán para siempre separados de Dios. Excluidos del paraíso así como ahora se apartan de la compañía de Jesucristo y de sus servidores!


MARÍA MEDITABA EN SU CORAZÓN

Todo creyente que se siente llamado a vivir de la oración
incesante y a ser de esos elegidos que gritan a Dios día y noche
mira hacia la Virgen, sobre todo cuando descubre la inaccesibilidad
de la oración de Jesús. Pero al mismo tiempo experimenta que la
Virgen es un misterio de predilección y que no se acerca uno a ella
sin ser atraído por Jesús y sin haber recibido la gracia del Espíritu
Santo. No a todo el mundo se le concede profesar un amor total a
María y hacer pasar por ella toda su vida de oración, pues es una
gracia inspirada por el Espíritu. Griñón de Monfort decía que el
corazón de María era el oratorio en el que deberíamos hacer todas
nuestras oraciones. Tampoco está en nuestras manos experimentar
la presencia continua de María a nuestro lado, e incluso en nosotros
mismos. Es para gracia del Espíritu. San Mutien-Marie de Malonne
decía que había pedido a María que le acompañara en todo lo que
hacía y que desde entonces la sentía presente a su lado. Esto lo
vemos en ciertos santos que han sido grandes amigos de la Virgen.